Rebecca Fitzhugh es directora de tecnología en Rubrik
A medida que ahondamos en este mundo híbrido, no es nada
sencillo garantizar un acceso rápido y sencillo a los datos.
El ochenta y tres por ciento de las empresas habrá adoptado la
nube pública en 2020. Puf. ¿Cuántas veces hemos oído alguna variación de esa
estadística? Es tedioso, pero cierto. En todos los mercados verticales, muchas
empresas se están preparando para dar el salto a la nube, donde estarán metidas
de lleno en los próximos años. El objetivo de muchas de ellas es aprovechar las
herramientas de software y las metodologías de desarrollo más recientes.
Siempre habrá alguien en la comunidad tecnológica que, con
respecto a la nube pública, considere que «está, pero no está» (Gertrude
Stein). Cualquier cambio estructural similar supondrá nuevos retos que superar.
Yo suelo usar la palabra «hibridez», a menudo cuanto trato de
ayudar a los clientes a desenvolverse en un mundo multinube, donde los datos
pueden alojarse en la nube pública, en instalaciones locales o en algún punto
intermedio. Se entiende por hibridez la mezcla de dos o más cosas, y eso es
exactamente lo que veo en la industria. Los datos siguen conservándose durante
largos períodos de tiempo, pero ya no se almacenan únicamente en una cinta o
matriz de almacenamiento tradicional, también se almacenan en la nube.
Gran parte del valor intrínseco de una empresa reside en sus
datos. A medida que ahondamos en este mundo híbrido, no es nada sencillo
garantizar un acceso rápido y sencillo a los datos. Las siguientes son algunas
recomendaciones para lograr una administración eficaz de los datos en la nube:
Adopción de un planteamiento declarativo para reducir el tiempo
de administración práctica
La hibridez genera dos fenómenos: la fragmentación de las
aplicaciones, ya que los componentes ahora pueden residir en las instalaciones
locales o en la nube, y la explosión de datos. La única forma de sobrevivir con
los presupuestos existentes de personal de TI es controlar los datos
holísticamente, independientemente de la plataforma o la ubicación, por medio
de marcos declarativos basados en directivas.
Si dicho marco no está ya implantado, recomiendo usar como motor
principal el proceso de traslado a la nube de la empresa para ponerlo en
marcha. Debe considerarse como un factor decisivo para el éxito; la coherencia
y el control a nivel empresarial son fundamentales en la administración de
datos en la nube, independientemente del tipo de conjunto de datos. Es
necesario imponer la lógica de la gestión de datos, más que manipular
manualmente la ruta para llegar hasta allí, e incorporar herramientas que
utilicen un enfoque similar.
Uso de la automatización para garantizar la coherencia
La coherencia es primordial a la hora de escalar una
infraestructura. La escalabilidad no solo implica más carga de trabajo, también
aumenta la complejidad. Podemos encontrarnos con un buen lío entre manos si
implantamos un modelo híbrido de infraestructura que no haya sido diseñado
originalmente para este planteamiento. A diferencia de las personas, los
ordenadores siempre ejecutan las tareas del mismo modo. La automatización
permite que el personal de TI pueda establecer con más facilidad métodos y
procedimientos estándar, con lo que se reduce la sobrecarga administrativa.
El planteamiento declarativo se complementa con esta práctica
para garantizar la coherencia necesaria para lograr una movilidad efectiva de
los datos. Por medio de las API, las herramientas de automatización pueden
incluso integrarse con sistemas empresariales basados en acuerdos de niveles de
servicio.
Diseño orientado a la agilidad y la movilidad de los datos
La
administración de datos a escala empresarial no es una tarea fácil. Esto es así
independientemente de dónde se encuentren los datos, ya sea en una ubicación
local, en la nube o en ambas. A lo largo de este artículo se ha mencionado
varias veces la coherencia, algo que se aplica también en este caso. Ahora los
datos salen y entran de la nube pública, de camino a un centro local de datos o
quizá a otra nube pública. Una vez superados los obstáculos operativos
iniciales, nos enfrentaremos inevitablemente a las peticiones de agilidad y
movilidad de los datos.
Al diseñar un entorno nuevo o de ampliación híbrido, público o
local, es necesario dedicar tiempo a planificar detalladamente dónde se
ejecutará el procesamiento de datos específicos con respecto al almacenamiento
inicial, provisional y a largo plazo. Un diseño correcto permitirá migrar
fácilmente los datos de una ubicación a otra. He visto a menudo que los
clientes lo logran mediante la creación de un tejido de software común con
sólidas API y conjuntos de herramientas de integración de datos. Es mejor
planificar con antelación que darse cuenta más adelante de que hay que
prescindir de los sistemas para los que acabamos de automatizar y desarrollar
directivas declarativas.
Garantizar un sistema sostenible de copias de seguridad y
recuperación para cuando las cosas salgan mal
Los ciberataques son cada vez más inteligentes y sofisticados,
así que también deberían serlo las herramientas de protección y recuperación.
La hibridez aumenta la superficie expuesta a los ataques; es conveniente usar
una herramienta que esté diseñada para proteger y recuperar las cargas de
trabajo, tanto en las instalaciones como en la nube, y que permita recuperar
los datos rápidamente. Soluciones modernas concebidas para que los datos
vuelvan a estar en línea rápidamente y no sea necesario rehidratar la carga de
trabajo. Estas soluciones permiten reducir el tiempo objetivo de recuperación
(RTO, por sus siglas en inglés), lo que tiene un efecto positivo en la empresa.
Además, las herramientas tradicionales de copias de seguridad y
recuperación suelen ser «pobres en metadatos», por lo que solo son útiles en
casos específicos. Dado el aumento del uso de la nube pública, es conveniente
buscar herramientas que accedan a los datos y los analicen y diagnostiquen en
varias plataformas y aplicaciones. Este tipo de visión da un valor añadido a
las herramientas ya de por sí necesarias.
Teniendo en cuenta estos cuatro aspectos clave, puede diseñarse
una estrategia de administración de datos en la nube que aporte el máximo valor
posible y ponga en funcionamiento los datos y los metadatos. Independientemente
de dónde se encuentren los datos: control de los datos basado en directivas con
un enfoque holístico, automatización de las tareas para garantizar la
coherencia, creación de un tejido de software común para liberar las cargas de
trabajo para la movilidad de los datos, e implantación de herramientas para
garantizar la protección de los datos.
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